Los aparatos de HIFU en estética emiten energía ultrasónica de forma concentrada en un haz de sonido, del mismo modo que una lupa con los rayos del sol, sin causar daño alguno a los tejidos. Estos aumentan la temperatura de la zona tratada a unos 65° / 70°, localizando el calor a unos 4.5 mm de la epidermis, lo que consigue miles de puntos de coagulación muy precisos a diferentes profundidades.
Dicho mecanismo permite hacer la neo-colagenogénesis (remodelación del colágeno), un proceso en el cual los tejidos comienzan a repararse, mejorando notablemente la apariencia de la piel desde la primera sesión.
La aplicación de la terapia puede soportarse con facilidad y suele durar de 30 minutos a 2 horas. Habitualmente, se sienten molestias cuando la energía es liberada, pero esto dura solo unos instantes. Los resultados finales se observan pasados 1 ó 2 meses.